Puedo orar a mi padre

n 2 Reyes 19:35 se nos dice “Esa misma noche el ángel del Señor salió y mató a ciento ochenta y cinco mil hombres del campamento asirio. A la mañana siguiente, cuando los demás se levantaron, ¡allí estaban tendidos todos los cadáveres!”.

Un solo ángel acabó con 185,000 hombres, por consiguiente, solo era necesario uno para acabar con los 600 guardias que intentaban arrestar a Jesús.

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Fe y Valentía: Inspirados por la Palabra y la Vida de Ester

La historia de Ester nos enseña valiosas lecciones sobre la fe y la valentía en tiempos de adversidad. A través de su ejemplo, vemos cómo Dios puede usar a personas ordinarias para llevar a cabo sus propósitos extraordinarios. Ester enfrentó un gran desafío y peligro, pero no se dejó paralizar por el miedo. En cambio, confió en Dios y en Su poder para obrar a través de ella.

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El poder de pedir en el nombre de Jesús

¿Qué significa pedir al Padre en el nombre de Jesús? Significa pedir conforme a la voluntad de Dios, reconociendo la autoridad y el poder de Jesús, y buscando la gloria de Dios y no la nuestra.

Cuando pedimos al Padre en el nombre de Jesús, estamos confiando en que él nos escucha y nos responde según su propósito eterno. No estamos exigiendo ni manipulando a Dios, sino sometiéndonos a su soberanía y bondad.

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El poder y la misión del Espiritu Santo

Este versículo es parte del discurso final de Jesús a sus discípulos antes de ascender al cielo. Jesús les promete que recibirán el don del Espíritu Santo, que les dará la capacidad de predicar el evangelio con valentía y eficacia. También les da la misión de ser sus testigos, es decir, de dar testimonio de su vida, muerte y resurrección, y de invitar a otros a creer en él y seguirlo. Jesús les indica el alcance geográfico de su testimonio, que empieza en Jerusalén, la ciudad donde él murió y resucitó, y se extiende a Judea y Samaria, las regiones vecinas donde había judíos y samaritanos, y finalmente a todo el mundo, incluyendo a los gentiles.

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Yo os haré descansar.

La verdad es que todos necesitamos ir a Jesús para encontrar descanso para nuestras almas. Todos estamos trabajados y cargados por el pecado que nos separa de Dios y nos condena a la muerte eterna; por el sufrimiento que nos causa el dolor físico o emocional; por la angustia que nos produce el miedo al futuro o la incertidumbre del presente; por la opresión que nos impone el diablo o el mundo.

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La paz de Dios

La paz es uno de los anhelos más profundos del ser humano. Vivimos en un mundo lleno de conflictos, problemas, estrés y ansiedad. Muchas veces nos sentimos abrumados por las circunstancias que nos rodean y buscamos desesperadamente una forma de escapar o de encontrar alivio. Sin embargo, la verdadera paz no se encuentra en las cosas externas, sino en Dios. Él es el único que puede darnos una paz que sobrepasa todo entendimiento, una paz que nos llena de tranquilidad, confianza y esperanza. En este artículo vamos a ver qué es la paz de Dios, cómo podemos obtenerla y cómo podemos vivir en ella.

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Confía en el Señor con todo tu corazón

«Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él hará derechas tus veredas.»

Proverbios 3:5-6

Pedro era un joven que amaba la música y el canto. Desde niño, mostró un gran talento para componer e interpretar canciones cristianas. Su sueño era dedicarse a la música y ser un instrumento de Dios para llevar su mensaje al mundo.

Pedro se casó con una mujer que compartía su fe y su pasión por la música. Juntos formaron un dúo musical que tuvo mucho éxito y reconocimiento. Grabaron varios discos y viajaron por muchos países compartiendo su arte y su testimonio.

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Bendiciones espirituales en Cristo

«Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.»

Efesios 1:3.
Este versículo forma parte de la introducción de la carta que el apóstol Pablo escribió a los cristianos de Éfeso, una ciudad importante del Imperio Romano. Pablo había predicado el evangelio en Éfeso durante tres años y había fundado una iglesia allí. Más tarde, desde la prisión en Roma, les envió esta carta para animarlos y enseñarles las riquezas de su salvación en Cristo.

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